El 1 de octubre la Peña Taurina Sonseca fuimos a la Feria de Otoño de Madrid.
Se lidiaron 6 toros de la ganadería de Gavira y un sobrero de la ganadería de los Hermanos Lozano. La corrida que empezó a las 5 y media de la tarde despertó mucha expectación. Una hora antes, los aledaños de la plaza de toros de Las Ventas del Espíritu Santo reunían mucha gente. En los tendidos, lleno hasta la bandera.
Al primero, que se rompió un asta por la cepa, hubo que mandarlo a los corrales. Con diligencia los mansos se encargaron de ello.
Los aficionados del "siete" miraban con seriedad todos los detalles de la lidia.
De la lidia y muerte de la corrida se ocuparon dos toreros en un momento fenomenal, Iván Fandiño y David Mora.
Hubo competencia en los quites y respeto y admiración entre los diestros.
Fandiño brinda el toro a su compañero.
Los toreros pisaron el ruedo con el ánimo de darlo todo.
El público de Madrid estuvo toda la tarde muy cariñoso con ellos.
David Mora recibe al toro a portagayola.
Se vieron buenas varas de los picadores, a pesar de que los toros no se emplearon con bravura.
En este quite el toro se coló por el pitón izquierdo y atropelló a Iván Fandiño al que le dejó destrozada la taleguilla. Lo arregló poniéndose unos tejanos. Poco estético y poco taurino.
Para ser la primera plaza del mundo (y a pesar de que suena de maravilla), la pequeña banda de música no es la que se merece la afición madrileña.
Buen natural de David Mora.
En los tendidos de sol el calor era sofocante.
Apretado pase de pecho de Iván Fandiño.
Precioso toro burraco que hizo quinto; y no fue malo. Después de una emocionante faena, Fandiño paseo una oreja.
Buena vara.
Los aficionados sonsecanos, siguiendo con atención lo que ocurre en el ruedo.
Roberto, tocado con una montera de otro evento.
Los de plata hicieron lo posible para lucirse. Ellos también son toreros. Magnífico par de Miguel Martín, de Cardiel de los Montes.
Iván Fandiño dando distancia al toro que acude pronto y franco al embroque, para despúes meter la cara abajo, donde le manda la muleta que arrastra por la arena el matador.
Trapío para regalar tenía el último, para ponerlo encima de la tele.
Sin embargo fue un marrajo que puso en muchos aprietos a David Mora. Le hizo una faena de poder, lidiando con los pies, pues fanea de lucimiento no fue posible.
Sin embargo en el primer tercio dejó verónicas como ésta.
El palco real tuvo como inquilinos a la Infanta Elena y a su dos hijos.
David Mora correspondió a su compañero brindándole la muerte del toro.
A merced del toro. Momentos de apuro. Todo quedó en el susto.
David Mora dió una merecida vuelta al ruedo.
Después de que se arrastró el sexto, los toreros abandoraron el ruedo entren los aplausos de los tendidos y con la cabeza muy alta. Los dos terminan la temporada con muy buen cartel.
Nosotros también dejamos, satisfechos por la buena tarde que echamos, la plaza de Las Ventas.
Hasta la próxima.