Este balcón ya no existe. Aunque seguramente sigue viviendo, gracias a los cientos de fotos que le habrán tomado.
Esa gran piedra de la esquina parece agarrada a la tierra como las raices de un viejo roble que se resiste a morir y que sigue venciendo al tiempo. Este viejo pajar ha visto pasar cientos de años y de momento ni el asfalto puede con sus fuertes paredes.
Éste es el Callejón del Lobo. Sin duda alguna, en los tiempos remotos por aquí debían entrar los lobos al pueblo por las noches, bastante menos iluminadas que ahora, para llegar hasta corrales y gallineros para echarse un bocado a la boca.
Piedra y madera, en abundancia por estas tierras, y el adobe fueron los materiales de construcción que desde la Edad Media han venido utilizando las buenas gentes de la Sierra de Gredos.
El Chorro de San Bartolomé. Siempre dando agua fresca de la sierra.
Una fina llovizna dejó como un espejo este callejón embaldosado.
A pesar de lo "anarquico" de las casas de hoy, las empinadas calles ofrecen al paseante rincones con encanto.
Buen reportaje Javi, tengo que acercarme por allí para conocer este rincón de la sierra de grados.
ResponderEliminarUn saludo, Alex.
Gracias, Alex, iremos aprendiendo de los expertos como tú.
ResponderEliminarJavi, soy Consuelo de Mallorca, me han gustado mucho las fotos que has publicado, son sitios preciosos y pintorescos que seguramente si no es por algo asi, no sabemos ni que existen. un beso.
ResponderEliminarGracias, Consuelo.
ResponderEliminarMe alegro mucho que te gusten. Muchos recuerdos a José Luis.
Gracias por estas imágenes del pueblo de mis raíces maternas. Tengo muchas ganas de ir.
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