Como todos los años, el 24 de agosto, los casavejanos veneran a su santo patrón. Después de la misa mayor, pasean en procesión por las calles, acompañado de las autoridades y al son de la música, a San Bartolomé engalanado y aromatizado por un gran número de ramos de albahaca. De esos momentos son estas imágenes.
Desde pintorescos balcones como el de la muestra los vecinos se asoman al paso de la procesión.
Tocadas de peineta la reina de las fiestas y las damas de honor también arroparon a San Bartolomé que tras la procesión y de nuevo en la iglesia fue despojado, como es tradición, de los ramos de albahaca que se llevan los casavejanos a su casa y que guardarán hasta el próximo año. Acto seguido y ahora en el Ayuntamiento se celebra una recepción oficial donde se reparten unos vasos de rica y fresca limonada hecha con el buen vino de la tierra, mientras la banda de música, refugiada del calor del sol, no deja de tocar.
El plato fuerte de las fiestas de Casavieja y que despierta un gran interés entre los aficionados es su gran ciclo taurino. Este año de crisis económica tanto el Ayuntamiento, como los vecinos y sobre todo la empresa Sanmonget, con Morenito de Cáceres como cabeza visible, han hecho un gran esfuerzo para configurar un cartel con tres novilladas picadas y con nueve novilleros que el día de la presentación despertaron gran expectación.
La primera novillada estuvo muy bien presentada, sin embargo le falto fuerza y un tanto de raza por lo que condicionó el lucimiento de los novilleros que también quizás contagiados por los animales tampoco pusieron todo lo que de ellos se esperaba. A Gómez del Pilar le concedieron la oreja del cuarto y a Román (sustituto de Rafael Cerro) la oreja en el tercero y las dos en el sexto que brindó al público, Luis Gerpe dió una vuelta al ruedo por su cuenta en el quinto.
Buena media verónica de Luis Gerpe.
Después de la faena de muleta con algunos pases de mérito entró a matar sin mucha ortodoxia.
Precioso y serio ejemplar sardo de la ganadería de Piedraescrita, al que taparon la salida en varas y que aun así logró derribar al de aúpa.
Gómez del Pilar dando la vuelta al ruedo con su trofeo.
Román recibió al sexto con dos largas cambiadas. Estuvo toda la tarde en novillero lo que le valió para ser el triunfador de la tarde y a la postre también de la feria.
Paseíllo del día 25, segundo de feria. Los tendidos de sombra se llenaron, los de sol ocupados por las ruidosas peñas de jóvenes dejaban algunas zonas sin público. De todas maneras con algo más de tres cuartos de plaza cada día, con la que está cayendo y a falta de conocer la opinión del empresario las entradas fueron más que aceptables.
El encierro que mandó Antonio López Gibaja, bien presentado, también fue flojo y descastado. Sorprendió el petardo que pegó la novillera Conchi Ríos, triunfadora del año pasado. Fernando Adrián, estuvo voluntarioso con dos toros sosos a los que no ayudó con un toreo encimista y donde abusó de rectificar la colocación en los cites. Sin embargo, se hicieron notar sus peones en dos buenos tercios de banderillas, donde el más notable fue el sonsecano Jesús Aguado, bien en la lidia del tercero y mejor con los palos en el sexto. El mejor astado de la tarde y uno de los mejores de la feria fue el quinto. Antonio Puerta paseó un trofeo después de una faena anodina y despegada que remató con un pinchazo y una estocada fea y caída que produjo derrame y efectos fulminantes. La oreja se la regaló el presidente a petición de una docena de personas de su familia o de su pueblo secundada por unos cuantos niños deseosos de sacar su pañuelo.
Florito, el mejor de la tarde, siendo muleteado por Antonio Puerta dejando mucho espacio entre novillo y novillero como se observa en el cite. Después de un circular del que salió arroyado entró a matar con poca derechura como muestra la secuencia de fotos. Apenas si hay pañuelos para concederle la oreja.
A este sexto novillo si lo dejan vivir una semana más lo hubiera podido lidiar cualquier figura en corrida de toros. Aquí vemos a Fernando Adrián iniciando el de pecho. Antes su cuadrilla ha escuchado ovaciones por un buen tercio de banderillas.
En los corrales de "Las Eras", particular Batán de Casavieja, la presentación de los novillos de Valdeolivas obligaba a comentarios positivos tras el examen minucioso de los aficionados que nos dábamos cita en la mañana soleada y calurosa donde ya iniciamos la tertulia que los amigos del Club Taurino Casavejano organizan todos los días de feria en el bar El Rocío. Buen cuajo y bonitas y serias cabezas traían los bureles. Y no defraudaron, pues al menos cuatro novillos dieron juego más que suficiente para que les hubieran cortado cinco o seis orejas.
La tertulia a la sombra de una hermosa parra en la terraza del bar que regenta Victor, buen aficionado y que en sus tiempos anduvo por las plazas de los pueblos capoteando y soñando, como otros muchos, con llegar a ser torero. Rafa, José Julio y Jose componen la totalidad del Club Taurino Casavejano e invitan diariamente a los aficionados que se quieran dar cita para hablar de la novillada del día anterior. Buenos aficionados como, Luis Miguel y Julio de Casavieja, Rafael de Algeciras, los hijo de Jose de Alcalá de Henares, amigos venidos desde Córdoba, Talavera de la Reina, Sonseca, Olivenza, Madrid, como Joaquín, o desde Francia, como Michel y su hijo que todos los años vienen a la feria taurina de este pueblo del valle del Tiétar, conocido taurinamente como el Valle del Terror y que quienes lo conocemos gustamos mejor en llamarlo Valle del Honor.
Tras la vuelta al ruedo de rigor de la banda de música, el paseíllo de la última de feria.
Iván Abasolo, novillero más rodado de los tres se mostró, sin embargo, como un pegapases más, ante un lote que merecía mucho más; el cuarto de Valdeolivas fue sin duda alguna el más bravo de la tarde y de toda la feria. Su cuadrilla se olvidó que los toreros tienen que torear y no pedir las orejas desde el ruedo, haciendo retrasar su labor a los mulilleros, todo para conseguir con triquiñuelas un trofeo que, esta vez en su sitio, el presidente no concedió, aunque por su cuenta el novillero dió una inmerecida y protestada vuelta al ruedo.
Mario Alcalde contó con un buen lote. El segundo en banderillas fue claro, largo y suave al capote del peón Miguel Martín. Le propinaron una vara de más que más tarde acusaría el astado (ahora en otras manos) y que agrabó el espada con una faena encimista que terminó por ahogar las pocas envestidas del novillo. Al quinto, el de más largo recorrido y mejor para el torero, lo lidió con cierta gracia y compostura; claro que el utrero casi se toreaba sólo. Dió un mitin con los aceros y escuchó dos avisos.
Buenas maneras y muy poca experiencia demostró la americana Milagros de Perú, que a mi entender no está lo suficientemente preparada para venir a esta plaza tan importante y tan exigente, y aunque escuchó cuatro avisos, también a causa del mal manejo de los aceros, dos en cada novillo, que bien pudieron haber sido seis si la presidencia no hubiera sido tan benévola, si dejó ver la juncal torera sus ganas y su pundonor, estando toda la tarde en novillera, no arrugándose ante las circunstancias ni cuando resultó arrollada.
Desconcierto tras el derribo del picador y de su montura. Abajo Milagros de Perú guarda tranquila la puerta.
Doblados por bajo al inicio de la faena de Mario Alcalde.
Iván Abasolo desbordado por el cuarto, el toro de la feria, muy por encima del novillero.
Mejores momentos del último tercio de la lidia del quinto. Buen novillo que se venía franco desde lejos a la muleta de Mario Alcalde.
Al ultimó se le picó mal, aquí le tapan la salida, tónica general de toda la feria, sin embargo en banderillas se observa la perfecta colocación de los toreros mientras quien porta los palos se encamina a su sitio para citar al novillo. La peruana dejó un derechazo de mucha plasticidad antes de que la luna se asomara a la plaza de toros de Casavieja para cerrar las puertas hasta el año que viene, si Dios quiere y la crisis lo permite.
Finalizada la tercera y última novillada las alegres peñas de Casavieja llevan su algarabía aconpañados siempre por la banda de música hasta la plaza de San Bartolomé para darse un simpático y refrescante baño de agua.
Quiero agradecer al pueblo de Casavieja la organización de esta Feria y Fiestas de San Bartolomé 2012 y la hospitalidad de siempre ofrece a sus visitantes, diciendo ¡Viva Casavieja! y ¡Viva San Bartolomé!
Nota. Si alguna persona desea no aparecer en este blog sólo tiene que comunicármelo y retiraré la imagen.
Muchas gracias a todos los visitantes por pararse a ver y a leer esta entrada.
